Arlen López y Julio César La Cruz nuevos monarcas mundiales

El deporte da revancha. Arlen López y Julio César La Cruz no lograron, hace tres semanas, sus sueños de ser triples campeones olímpicos. Ambos pusieron rodilla en tierra, y enfocaron su mirada en el futuro. Hoy son monarcas mundiales en el profesionalismo, al ganar ayer los cinturones dorados de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) en la Noche de Campeones, disputada en el coliseo de la Ciudad Deportiva.

La velada fue perfecta para los Domadores de Cuba. Se impusieron en las seis peleas pactadas ante pugilistas de varias naciones, como parte de las celebraciones por el Día Internacional del Boxeo, que la iba le dispensó a nuestra nación.

López (80 kg) estuvo inmenso ante el dominicano José Luis Tejeda, a quien propinó un Ko técnico en el tercer asalto. Desde la corta distancia buscó con golpes contundentes no dejar dudas de su calidad. La «paliza» se inició en el primer round, y ya en el segundo era cuestión de tiempo detener el duelo.

«Me preparé para hacer un combate a diez capítulos. Estudié los rasgos de Tejeda, y el resultado llegó más rápido de lo esperado. Si gané aquí, tras caer en semifinales en los Juegos Olímpicos es por todo el apoyo que me brindó mi familia. Es mi primera faja profesional y espero seguir agrandando mi carrera».

Cincuenta años después de celebrarse el i Campeonato Mundial de Boxeo, el coliseo, vistió otra vez sus mejores galas, para ver un nuevo éxito de Julio César ante el uzbeko Madiyar Saydrakhimov.

El combate, en los 92 kilos fue más estratégico que intenso, de estudio, fintas y golpes calculados, cualidades en las que el camagüeyano es un maestro. La Cruz forjó su victoria en la media y corta distancia con su jab ante un oponente que no pudo someter al agramontino.

«He ganado mi primer título de campeón mundial en el profesionalismo, haciendo la pelea que quería. Lo ocurrido en París quedó atrás. Ahora toca disfrutar este éxito», dijo Julio César.

El camino del triunfo lo abrió Saidel Horta (57) vencedor unánime del ruso Ruslan Belousov. El cienfueguero mostró un boxeo inteligente con rápidas combinaciones en la media y larga distancia, a pesar de caer en varias ocasiones en agarres innecesarios.

Entretenido fue el pleito de Lázaro Álvarez (63.5 kg) y el uzbeko Mujibillo Tursonov, en el que los jueces le dieron el veredicto (3-0) al cubano. El pinareño enseñó la efectividad con su mano izquierda y conectó con acierto en los cuatro primeros asaltos, mientras en los dos restantes Tursonov supo reponerse y logró buenos intercambios.

Impecable fue la salida del vigente monarca olímpico Erislandy Álvarez (63.5), autor de una victoria contundente frente al colombiano José Ignacio Muñoz.

«Salí a pegar y pegar para que el público disfrutara de mi boxeo, pero me agoté en los dos últimos asaltos, entonces pasé a conectar de riposta y moverme un poco para provocar al rival y encontrarlo con la guardia abajo», sostuvo Erislandy.

Un hombre con mil batallas a cuesta casi siempre encuentra la forma para salir victorioso, Roniel Iglesias (67) no es el mismo de antes, pero tiene suficientes recursos y puede sacar ese extra que pocos tienen.

Ayer, el vueltabajero ganó por votación dividida ante el armenio Gurgen Madoyan, en un combate que tuvo sus momentos de intensidad para cada uno. Roniel, para triunfar, trabajó muy bien sus tiempos de ataque y cerró mejor en defensa, provocando que varios golpes de Madoyan se quedaran en su brazos.

La Noche de Campeones puso el cierre dorado a una jornada que inició en horas de la mañana en el Parque Central, escenario que resultó pequeño para la cantidad de personas que acudieron en busca de observar el pesaje de los 12 púgiles.

Antes del segmento en las vásculas, varios técnicos del Equipo Nacional de Boxeo impartieron una clínica frente a 300 niños y adolescentes, con el fin de estimular la práctica boxística y acercarlos a las principales figuras cubanas del momento, con quienes compartieron fotos, anécdotas y autógrafos.

El entrenador Víctor Sánchez comentó a Granma que los seis fajadores llegaron en plenitud de forma. «Les dimos dos días libres al regresar de París, y luego nos enfocamos en hacer una preparación básica general».

En el Parque Central el excampeón mundial y leyenda de este deporte, el panameño Roberto «Manos de Piedra» Durán, exhortó a los más pequeños a que obedezcan a sus padres, se alejen de las drogas y de los falsos amigos.